La soledad que habita en nuestra mente
- Lorenza Saldarriaga Tomic
- 4 feb 2021
- 2 Min. de lectura
Una de las caracterísiticas culturales de nuestra sociedad occidental actual, es el individualismo. Los medios de comunicación, las redes sociales, incluso los profesionales de salud mental, tendemos a promover una cultura de separación, en la que cada uno está compitiendo por ser "mejor", por ser "más". Aún si pensamos que nosotros mismos somos la competencia, esta forma de vida genera en nuestra mente la idea de estar separados de los demás seres, la idea de ser personajes únicos e independientes.
La independencia está de moda. Parece importante hacer las cosas solos, y necesitar de otros o pedir apoyo, hace que nos veamos débiles a los ojos de los demás y los nuestros. Y parece importante ser fuertes, que sepamos siempre qué hacer y controlemos nuestras emociones. Entonces, si estamos pensando y sintiendo de esta forma, parece que estamos siempre solos luchando contra un mundo hostil, que nos hace sentir pequeñitos y ésto crea un vacío en el corazón y una sensación de soledad y falta de sentido y es ahí que recurrimos a tratar de llenar ese vacío con posesiones, comida, sexo sin propósito, exceso de trabajo, exceso de ocupaciones que nos tengan "entretenidos" y cada vez agrandamos más la brecha que nos separa.
Ahora llega a mi mente un recuerdo del colegio católico donde estudié, nos enseñaban que la existencia de Dios podía probarse observando la naturaleza y su perfección. En ese momento no lo comprendía. Más tarde, con las cosas que nos trae la cotidianidad, estando en este agite de la vida y zambullida en la desconexión que nos ofrece nuestra cultura, al fin lo vi, lo sentí, lo comprendí. Experimenté una sensación de unión y paz indescriptible, solo con estar presente, observando las montañas, el cielo, el pasto, los pequeños animalitos y los grandes también y a las personas que tenía cerca... se siente que el corazón crece, se siente cómo se es parte de todo, cómo todos somos una sola cosa y cómo la soledad es solo una ilusión que habita en nuestra mente, la soledad sólo es posible en nuestra mente.
La realidad es que todos estamos unidos, todo en el universo está hecho de vida, que es la chispa que nos mueve, de luz que es la inteligencia organizadora y de amor, que es el pegamento que nos mantiene unidos a todos. El mejor remedio para la soledad, es entonces la conciencia. Mirar dentro de nosotros y descubrir que tenemos un corazón infinito, en el que habita todo el universo y al cual podemos recurrir por guía y protección, porque lo tenemos siempre con nosotros. Descubrir que la forma de encontrar paz, es trabajando en equipo, apoyando a las personas que tenemos cerca, respetando a los animales, la naturaleza y todos los seres para crecer juntos, porque todos estamos unidos y la soledad no es posible, es solo una creación de nuestra mente.
Hay infinitas maneras de reconectarnos con nuestro corazón y con el universo. Algunos lo hacen mediante el arte, o el deporte, otros buscan estar cerca de la naturaleza, otros encuentran esa conexión con las demás personas, otros con la meditación, con la oración, podemos elegir cualquier camino y para saber cuál nos corresponde basta con seguir el corazón, más que la razón.


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