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La fragilidad inherente en la vida. Un llamado a la conciencia

  • Foto del escritor: Lorenza Saldarriaga Tomic
    Lorenza Saldarriaga Tomic
  • 9 nov
  • 3 Min. de lectura

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Esta semana, una persona muy cercana a mí atravesó una crisis de salud que sacudió los cimientos de mi cotidianidad. En medio de la preocupación y la incertidumbre, surgió una pregunta que resonó en lo más profundo de mi ser: ¿Cómo podemos vivir con plena consciencia del valor y la fragilidad de la vida, sin que esto nos paralice, sino que nos inspire?





El Peligro de Dar por Sentado lo Esencial

Respiramos sin pensar. Caminamos sin agradecer que nuestras piernas nos sostienen. Abrazamos creyendo que siempre habrá otro abrazo mañana. Damos por garantizada nuestra salud, la presencia de nuestros seres queridos, incluso el agua limpia que bebemos cada día.

Pero la vida, en toda su magnificencia, es también extraordinariamente frágil. Un diagnóstico inesperado, un accidente, un cambio repentino... y el mundo que conocíamos se transforma en un instante.

Desde las enseñanzas del Ayurveda hasta las prácticas meditativas más antiguas, todas las tradiciones de sanación nos recuerdan la misma verdad: la impermanencia es la única constante. Y sin embargo, seguimos viviendo como si tuviéramos todo el tiempo del mundo.


Consciencia sin Miedo: El Equilibrio del camino espiritual

Ser conscientes de la fragilidad de la vida no significa vivir en miedo o ansiedad constante. Al contrario, es una invitación a despertar a la plenitud de cada momento presente.

En la práctica del Reiki y la sanación pránica, aprendemos que la energía vital fluye mejor cuando estamos anclados en el ahora, cuando honramos cada respiración como el milagro que realmente es. La meditación nos enseña que este instante presente es todo lo que verdaderamente hay.

No necesitamos esperar a que una crisis nos sacuda para vivir con esta consciencia. Podemos elegir, SIEMPRE, estar presentes en la vida que late en nosotros ahora mismo.


Más Allá de la Productividad: La Libertad de Compartir

Y aquí está la clave que transforma esta reflexión: no se trata de ser más productivos, sino de ser MÁS LIBRES.

La verdadera libertad no está en acumular logros, posesiones o experiencias. La libertad auténtica florece cuando compartimos lo que somos y lo que tenemos:

  • Una sonrisa genuina que ilumina el día de alguien

  • Alimento ofrecido con amor

  • Nuestro tiempo regalado sin esperar nada a cambio

  • Facilitar el acceso a recursos que para nosotros son simples, pero para otros pueden ser transformadores

Desde la perspectiva holística, cuando damos, no solo ayudamos al otro: sanamos nuestra propia alma. El acto de compartir equilibra nuestros doshas, armoniza nuestros chakras y eleva nuestra vibración energética.

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El Poder del Ahora: Pequeñas Acciones, Gran Impacto

Siempre hay algo que podemos hacer AHORA para mejorar el mundo que nos rodea:

  • Pronunciar una palabra amable cuando el silencio sería más fácil

  • Extender una mano cuando alguien tropieza

  • Expresar gratitud por lo que está presente hoy

  • Ofrecer nuestra energía curativa a través de la oración, el Reiki o la intención consciente

  • Practicar la compasión activa, no sólo como sentimiento, sino como acción

Estas no son pequeñeces. Son los hilos con los que tejemos el tapiz de una vida significativa.


Crecer Juntos: La Sanación Colectiva

La verdadera libertad, he comprendido esta semana, no es individual. La libertad verdadera está en compartir, en crecer juntos, en recordarnos mutuamente que estamos vivos y que eso importa.

Cuando sanamos, sanamos al mundo. Cuando despertamos a la gratitud, elevamos la conciencia colectiva. Cuando compartimos desde el amor, creamos ondas que se expanden mucho más allá de lo que podemos imaginar.

Te invito hoy a hacer una pausa. A respirar conscientemente. A mirar a tu alrededor y ver qué puedes compartir en este momento presente.

Porque la vida es ahora. Y ahora es el único momento en el que podemos elegir vivir plenamente, amar profundamente y contribuir generosamente.



¿Qué harás hoy para honrar la vida que late en ti y a tu alrededor? Comparte en los comentarios tu reflexión o tu compromiso con el momento presente.

 
 
 

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